El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral fue instituido por el Santo Padre Francisco por medio de la Carta Apostólica del 17 de agosto de 2016, en forma de Motu Proprio, Humanam Progressionem.
En el Dicasterio confluyen, desde el 1 de enero de 2017, las competencias del Pontificio Consejo Justicia y Paz, del Pontificio Consejo Cor Unum, del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes y el Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios (para la Pastoral de la Salud).
Se constituyen en el Dicasterio la Comisión para la Caridad, la Comisión para la Ecología y la Comisión para los Operadores Sanitarios, que opera según sus normas.
Una Sección del Dicasterio se ocupa concretamente de lo que concierne a los migrantes, los prófugos y las víctimas de la trata de seres humanos, siguiendo con la debida atención las cuestiones relacionadas con las necesidades de quienes se ven obligados a abandonar su patria o han sido privados de ella. Esta sección se encuentra ad tempus bajo la guía del Sumo Pontífice, quien la ejerce de la forma que considera apropiada con la ayuda de dos Subsecretarios.
El Dicasterio es competente en la relación con Caritas Internationalis según su Estatutos; mantiene una estrecha relación con la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, teniendo en cuenta sus Estatutos, y colabora con la Secretaría de Estado también participando en las delegaciones de la Santa Sede en los encuentros intergubernamentales en materia de su competencia.
El Dicasterio es también responsable de las Fundaciones Juan Pablo II para el Sahel y Van Thuan. Además, se encarga de la supervisión del Fondo Populorum Progressio para América Latina.