“El circo se puede definir como un bien de inestimable valor humano y cultural” puesto que “el papel del arte circense se ha mantenido invariado, tanto en la promoción de la convivencia intercultural e interreligiosa, como en el diálogo y en la construcción de la paz”. Palabras del Cardenal Peter Turkson en su Mensaje para la IX Jornada Mundial del Circo, el 21 de abril.
Citando al Papa Francisco, el Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral añadió que los circos son “artesanos de la maravilla” y, como dijo San Juan Pablo II, un “laboratorio fronterizo” sobre los temas de la pastoral, el ecumenismo y el encuentro.