Compartimos con vosotros el mensaje que la presidencia del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano) ha publicado un mensaje en el que agradece al Papa Francisco su tercera eníclica "Fratelli tutti: sobre la fraternidad y la amistad social". destacando "la valiente voz profética del Papa Francisco, expresada en Fratelli Tutti, en un mundo en el que predominan los silencios frente a las injusticias que padecen las inmensas mayorías de nuestros pueblos y que necesita resucitar en una nueva convivencia, como lo ha manifestado él mismo”.
A continuación el mensaje íntegro y también descargable aquí en formato pdf original.
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Hermanos y Hermanas:
Recibimos con gozo y esperanza el regalo de la tercera Carta Encíclica Fratelli Tutti que nos ha entregado Su Santidad el Papa Francisco.
Fratelli Tutti nos muestra nuevos caminos de humanización de la vida, a través de la fraternidad y la amistad social.
Siguiendo a Nuestro Señor Jesucristo y el ejemplo del Santo de Asís, el Papa Francisco nos anima a construir una vida con “sabor a Evangelio”, con sencillez y alegría, como hermanos de los pobres y de la naturaleza; nos convoca también a comunicar el amor gratuito de Dios sin imponer doctrinas, saliendo al encuentro del otro. Nos enseña que así abriremos paso a la fraternidad y a la amistad social, promoviendo la dignidad, deberes y derechos.
Como decía la Conferencia General de Aparecida, “es posible experimentar vínculos de fraternidad, solidaridad y universalidad. En ellas el ser humano es llamado constantemente a caminar siempre más al encuentro del otro, convivir con el diferente, aceptarlo y ser aceptado por él” (DA 514).
El Papa Francisco nos convocó primero a ser una Iglesia en salida, ahora sobrepasa las fronteras y nos invita a ser toda una ¡humanidad en salida!, incluyendo a todas las comunidades y tradiciones religiosas, para un diálogo respetuoso y fecundo, viviendo como “omnes fratres”: hermanos todos. El Papa nos pide igualmente ser una Iglesia constructora de paz fundada en la justicia, una Iglesia en salida, en conversión permanente y sinodal, promoviendo el protagonismo del laicado para construir cotidianamente el Reino de Dios.
Con Fratelli Tutti, el Santo Padre completa un ciclo de tres grandes documentos magisteriales. Primero, en Evangelii Gaudium nos mostró cómo vivir con alegría nuestra relación con Dios y el prójimo y el anuncio de su Palabra. Luego, en Laudato Si’, nos invitó a comprender nuestra profunda relación con la naturaleza y con toda la Creación, pues somos parte de ella. Ahora, en Fratelli Tutti, nos hace reflexionar sobre la relación de fraternidad que nos une a todos y todas.
Fratelli Tutti es una profunda reflexión que el Santo Padre ha venido madurando desde hace mucho tiempo. Para el Papa el Covid-19 ha tenido un efecto enorme, evidenciando las fracturas y el fracaso del modelo de desarrollo predominante. Este fracaso afecta principalmente a los más pobres, pero también a todo el pueblo. El Papa Francisco nos hace ver que la pandemia es una crisis de la cual saldremos mejores o peores, pero nunca iguales. Nos necesitamos todos: estamos en la misma barca.
Una clave de lectura son los ejes fundamentales del documento: el dinamismo universal del amor; la relación entre lo local y lo universal; la “arquitectura” y la “artesanía” del encuentro; la dignidad de cada ser humano más allá de las circunstancias; el destino común de los bienes; la promoción humana a través del trabajo, la necesidad de una sana política y de una humanidad samaritana.
Con toda seguridad Fratelli Tutti iluminará y ampliará los horizontes de acción pastoral de nuestra Iglesia latinoamericana y caribeña. Como Consejo Episcopal Latinoamericano y de El Caribe (CELAM), acogemos con alegría y esperanza esta Carta Encíclica. Ella profundiza en los sueños expresados en Querida Amazonía que dan sentido a nuestro proceso de renovación y reestructuración y reflejan también las conversiones del Documento Final del Sínodo para la Amazonía.
Agradecemos y asumimos la valiente voz profética del Papa Francisco, expresada en Fratelli Tutti, en un mundo en el que predominan los silencios frente a las injusticias que padecen las inmensas mayorías de nuestros pueblos y que necesita resucitar en una nueva convivencia, como lo ha manifestado él mismo.
Queridos hermanos y hermanas, les invitamos a reflexionar el profundo mensaje de toda la Encíclica en cada una de sus comunidades, y su llamado a la conversión permanente y al compromiso pastoral.
Rogamos a nuestra Madre y Patrona de América Latina y el Caribe, Santa María de Guadalupe, para que nos ayude a ser fieles a nuestro Señor Jesucristo, al magisterio del Papa Francisco y nos ilumine y acompañe en este camino sinodal. Que Nuestra Señora nos dé fuerzas para ser una Iglesia sinodal en salida, comprometida en la construcción de la fraternidad y la amistad social.