El Simposio de la Conferencia Episcopal de África y Madagascar (SECAM) convocó en Accra (Ghana) un seminario crucial sobre el tema "Los conflictos en África en el contexto de la explotación de los recursos naturales y mineros".
Este evento, celebrado del 8 al 10 de marzo de 2024, reunió a unos cuarenta participantes, entre obispos, sacerdotes y laicos católicos, para deliberar sobre el nexo crítico entre la explotación de los recursos naturales y los conflictos en el continente africano.
El Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, socio clave de este seminario, ha instado a la Iglesia en África a reforzar su compromiso a la hora de abordar cuestiones que perpetúan un inmenso sufrimiento, como los conflictos y los desplazamientos forzosos de poblaciones.
Los participantes, procedentes de diversas regiones de África y de fuera de ella, identificaron los principales retos relacionados con la minería y la explotación de los recursos naturales en el continente. En particular, se señaló que las importantes inversiones extranjeras en petróleo, gas, minería y recursos naturales no benefician adecuadamente a las poblaciones locales del continente. De hecho, el Papa Francisco, durante su viaje apostólico a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur en 2023, imploró: "¡Manos fuera de África! Dejen de asfixiar a África: no es una mina que hay que explotar ni un terreno que hay que saquear".
La iniciativa fue también una oportunidad para debatir estrategias de cara a futuros esfuerzos encaminados a abordar los polifacéticos retos asociados a los conflictos y sus ramificaciones derivados de la explotación de los recursos naturales.
Por su parte, el Arzobispo de Kinshasa y presidente de la SECAM, Card. Fridolin Ambongo Besungu, subrayó la urgente necesidad de que la Iglesia en África adopte un enfoque pastoral de ecología integral y conversión ecológica informado por su doctrina social, especialmente en relación con las industrias extractivas. También subrayó el objetivo primordial de garantizar que los abundantes recursos de África contribuyan al desarrollo económico, beneficien a la mayoría de su población, fomenten la paz y alivien la pobreza.