“Queridos hermanos y hermanas, en el clima pascual que caracteriza la jornada de hoy, os saludo cordialmente a todos vosotros, familias, grupos parroquiales, asociaciones y peregrinos, venidos de Italia y de varias partes del mundo. […]. Aprovechad cada buena ocasión para presenciar la paz del Señor resucitado, especialmente con respecto a los más frágiles y desfavorecidos. En este sentido, deseo asegurar una oración especial para el Día mundial de la concienciación del autismo, que se celebra hoy”. Estas son las palabra que pronunciaba el Santo Padre al final del Regina Coeli, el 2 de abril pasado, día en el que se celebraba la Jornada mundial de concienciación sobre el autismo.
Para la ocasión, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral también se unió a la campaña de concienciación: “Dirijo una mirada especial a las familias de las personas con trastornos del espectro autista, que merecen una gran admiración por aceptar, con amor, la difícil prueba de un hijo afectado por este trastorno […] ofreciendo un extraordinario testimonio de amor por la persona humana”, afirmó el Card. Peter K.A. Turkson, prefecto del Dicasterio, en el mensaje publicado para la ocasión.
El Card. Turkson, citando al Papa Francisco, hizo hincapié en la necesidad de contar con “el compromiso de todos para promover la acogida, el encuentro, la solidaridad, en una obra concreta de apoyo y de renovada promoción de la esperanza, contribuyendo de esta manera a romper el aislamiento y, en muchos casos también, la estigmatización que pesa sobre las personas con trastornos del espectro autista, así como sobre sus familias”.