Orientar la práctica de quienes se enfrentan al "atroz flagelo" de la trata de seres humanos en el mundo, a través de orientaciones pastorales y operativas, inspiradas en el pensamiento y las enseñanzas del Papa Francisco. Y luego, crear conciencia sobre las causas de la explotación de los seres humanos, que recuerdan la responsabilidad de cada individuo -especialmente cuando se trata del trabajo infantil, la prostitución, el cibersexo sexual- y plantear preguntas sobre un mercado que se alimenta de una demanda diversa. Con estos objetivos en mente, el pasado 17 de enero, la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral presentó las "Orientaciones Pastorales sobre la Trata de seres humanos" junto con el volumen "Luces en los Caminos de la Esperanza - Las enseñanzas del Papa Francisco sobre los migrantes, los refugiados y las victimas de trata de ser humanos".
Ambos son documentos creados para responder a una petición de las Iglesias locales, diócesis y parroquias de Italia y del mundo, pero también de Caritas y de muchas organizaciones de ayuda y de voluntariado.
Tras un análisis en profundidad de las causas, del reconocimiento y de la dinámica de la trata, las Orientaciones hacen referencia explícita al papel de las instituciones políticas nacionales e internacionales, a las que se pide que se comprometan a prevenir y proteger a las víctimas, a perseguir a los traficantes y a cooperar para aumentar la eficacia de los programas y de las políticas. Una colaboración que parte de la conciencia de la globalidad del fenómeno y del intercambio de valores y principios universales, y que apunta a la promoción del desarrollo humano integral de cada hombre.