La pandemia del COVID-19 es la crisis que marca nuestro tiempo, una crisis de la que -como ha dicho repetidamente el Papa Francisco- podemos salir mejor o peor. Ha puesto de manifiesto las desigualdades e injusticias que amenazan el bienestar, la seguridad y la vida de todos, y ha exacerbado una serie de crisis interconectadas -económicas, ecológicas, políticas y sociales- que afectan de manera desproporcionada a los más pobres y vulnerables.
Para responder a las heridas de la humanidad, el Santo Padre creó en marzo de 2020 una Comisión vaticana para la COVID-19, que en sus trabajos cuenta también con la contribución de socios internacionales, expertos del mundo académico europeo e internacional, del mundo empresarial y de la sociedad civil.
Inspirada en las enseñanzas de las encíclicas Laudato si' y, posteriormente de la recientemente publicada Fratelli tutti, y en la Doctrina Social de la Iglesia, la Comisión responde al llamamiento del Papa de "preparar el futuro" mediante la ciencia, la reflexión teológica y la colaboración profunda, dando prioridad a los más pequeños.
La Comisión publica ahora el informe de sus actividades en 2020, un año después de su nacimiento. El documento puede descargarse aquí.