“Hospitales Abiertos” es un proyecto que nació en 2017 gracias a AVSI, bajo el impulso del Card. Mario Zenari, Nuncio Apostólico en Damasco, para responder a la grave emergencia humanitaria causada por la crisis en Siria.
“En Siria, se están muriendo más personas por la imposibilidad de curarse, que en el campo de batalla”, denunció el nuncio el año pasado. Por lo tanto, el proyecto ha tenido desde el inicio como principal objetivo reforzar los tres hospitales privados sin fines de lucro (Hospital Saint Louis en Alepo, Hospital Francés y el Hospital Italiano en Damasco), a través de la reestructuración de los sistemas hídricos, eléctricos y de calefacción; la compra de nuevos equipos médicos; la prestación de servicios médicos gratuitos a las personas más vulnerables y víctimas de la guerra; la formación técnica del personal sirio.
El proyecto, que se encuentra bajo el patrocinio del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, es financiado por: Fondo 8x1000 de la Conferencia Episcopal Italiana, la Papal Foundation, la Fondazione Policlinico Universitario Agostino Gemelli, la ROACO a través de la Orden Ecuestre de los Caballeros del Santo Sepulcro, Misereor (Organización Episcopal alemana para el desarrollo y la cooperación), la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, Cáritas España, la Gendarmería del Vaticano a través de la Fondazione San Michele Arcangelo, CHA (Catholic Health Association - EE.UU.), Fondazione Terzo Pilastro - Internazionale, Fondazione Umano Progresso. A estas fuentes de financiación se añaden las donaciones de particulares y empresas italianas, y las contribuciones recaudadas a través del 5x1000.
Hasta la fecha, la crisis de Siria aún no ha llegado a su fin, contando con más de 13 millones de personas necesitadas y más de 11 millones que carecen de asistencia sanitaria (más de 2 millones solo en Alepo, más de 1 millón en Damasco), siendo el 40% niños La esperanza de vida ha disminuido en Siria de 15 y 10 años para hombres y mujeres respectivamente. Las instalaciones de salud han sido, a menudo, objeto de bombardeos aéreos. Además, han padecido la ausencia de recursos energéticos para el funcionamiento de equipos médicos, la escasez de personal cualificado, así como de ayudas para responder a las necesidades de salud de los más pobres que no pueden pagar los cuidados que necesitan.
El Card. Mario Zenari habló sobre este proyecto en esta entrevista con la revista Famiglia Cristiana
