Numerosas iglesias alrededor del mundo celebraron la 109 Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (JMMR) con diferentes tipos de iniciativas bajo el lema “Libres de elegir si migrar o quedarse”.
Por ejemplo, en el país africano de Mozambique, la Comisión Episcopal para los Migrantes, Refugiados y Desplazados (CEMIRDE) realizó varias actividades. Entre ellas, el lanzamiento del libro sobre los migrantes en Europa, del P. Francisco Valente Fumo (director del Secretariado de la CEM). Además, realizaron el Seminario Nacional de Coordinadores Diocesanos para la Pastoral de la Movilidad Humana. El domingo 24 de septiembre celebraron una Eucaristía, junto a momentos culturales y de fraternidad en las diferentes diócesis del país. En el campo de refugiados de Maratane, la JMMR se festejó con un programa de televisión.
La Iglesia en India también celebró la 109 Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. Gracias al esfuerzo conjunto de la Comisión para los Migrantes, la Comisión Católica Arquidiocesana de Migrantes de Nueva Delhi y la Catedral del Sagrado Corazón, más de 300 refugiados católicos birmanos y personas que han huido de la violencia étnica en Manipur, junto con muchos simpatizantes locales, se reunieron en torno a la Catedral del Sagrado Corazón de Nueva Delhi. La mayoría de los migrantes se presentaron con sus trajes tradicionales, manteniendo la fe en su cultura y sus prácticas religiosas. Después de la Misa, todos los participantes se dirigieron a la escuela del convento Jesús y María, donde algunos emigrantes birmanos compartieron su terrible experiencia de emigrar a la India en medio de la violencia de su país.
En Uganda, el Arzobispo de Gulu, Mons. John Baptist Odama, visitó a la comunidad resiliente de la zona de Yoyo, en los asentamientos de refugiados de Bidibidi, en la Diócesis de Arua. En representación del Nuncio Apostólico en Uganda, Mons. Luigi Bianco, el Prelado alentó a los refugiados para que sean mensajeros del Amor de Dios. Mons. Odama también lanzó un llamado a las 64 tribus de Sudán del Sur que residen en Uganda como refugiados para que aprovechen este tiempo fuera de su país para aprender a coexistir y vivir en armonía. Por último, instó a los líderes a resolver los problemas mediante el diálogo y el servicio, no con violencia, y animó a los ciudadanos a acogerse unos a otros como habitantes del mismo mundo.
Por su parte, el Movimiento de los Focolares en Perú organizó un evento con migrantes de Venezuela. La iniciativa consistió en una jornada dividida en tres momentos diferentes: diálogo activo de adultos con varios expertos, talleres para los adolescentes y, por último, un momento de festejo con juegos, canciones, bailes y comida típica. Durante el evento también se leyó el Mensaje del Papa Francisco “libres de elegir si migrar o quedarse” para reflexionar y responder a la pregunta del Santo Padre “¿Cómo podemos hacer que nuestras comunidades sean cada vez más inclusivas?”.
En Mali, la celebración de la JMMR 2023 fue precedida por un programa televisivo en ECF TV, Radio María de Bamako y Radio María de Mopti. La transmisión presentó el Mensaje del Papa Francisco y las diferentes actividades que la Iglesia Católica realiza en el país para ayudar a los migrantes y refugiados. El objetivo fue informar y sensibilizar a los fieles laicos de sus comunidades sobre las preocupaciones del Santo Padre y los resultados de las acciones llevadas a cabo por las diócesis en el ámbito de las migraciones.
En Togo, se emitió durante semanas un anuncio radiofónico en Radio María de Dapaong para sensibilizar a la celebración de la Jornada Mundial. También se distribuyeron carteles y folletos. El día de la JMMR se realizó una Misa en la catedral parroquial de San Carlos Lwanga, en Dapaong, y fue presidida por el Obispo emérito Jacques Anylunda. En la iniciativa también participaron una delegación de las comunidades de refugiados e inmigrantes de Lomé. representantes de los servicios estatales del país, varias ONG y personas de diversas confesiones cristianas y otras religiones. Un gran número de fieles cristianos asistieron a la celebración del día, junto con 560 desplazados y refugiados de la diócesis. Al final de la Eucaristía, los representantes de los migrantes y refugiados que viven en otras partes de Togo compartieron un mensaje a los desplazados y refugiados de la diócesis de Dapaong.