"La misión de retorno implica la búsqueda de todo lo que tenemos en común que nos permite conocernos mejor, entendernos mutuamente superando prejuicios y preconceptos, para construir una unidad en la diversidad. Esto surge en cada encuentro, sobre todo en la aceptación del otro con toda su realidad y su condicionamiento, en la acogida sin reservas, en el diálogo, en la apertura a su alteridad y a su jerarquía de valores, en el reconocimiento de su identidad y en el permitirle de ser y permanecer él mismo".
Así el cardenal Peter K.A. Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, en el Mensaje enviado a la Reunión Anual del Comité Internacional Católico para los Gitanos, que se celebró en Trogir, Croacia, del 5 al 7 de abril de 2019, sobre el tema "La misión de retorno: fuente de cambio”.
Hablando con religiosos y laicos involucrados en el cuidado pastoral de los nómadas, el cardenal citó la Exhortación Gaudete et Exsultate en la que el Papa Francisco nos recuerda que Dios nos exhorta a "ir más allá de lo conocido, hacia las periferias y las fronteras. Nos lleva a donde la humanidad está más herida y donde los seres humanos debajo de la apariencia de superficialidad y conformismo continúan buscando la respuesta a la pregunta sobre el significado de la vida".
Finalmente, el Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral enfatizó sobre la necesidad de una mayor apertura a la colaboración, el compromiso con la evangelización, con la esfera social y en el ámbito benéfico -con las Iglesias locales, con el sus Pastores y con las parroquias para enriquecer el trabajo y dar más frutos. Una colaboración que es buena sobre todo para la población romaní: aquellos que tienen relaciones amistosas con los romaníes "están llamados a comprometerse también para crear conciencia en las comunidades parroquiales para responder a la invitación del Papa Francisco de recibir, proteger, promover e integrar a los migrantes, así como también a los romaníes”.