Compromiso de la pastoral de migrantes en Grecia

La Iglesia Católica en Grecia tiene el corazón y las puertas abiertas para acoger a migrantes y refugiados

Compromiso de la pastoral de migrantes en Grecia

En Grecia, la Iglesia Católica está muy comprometida en la acogida de los migrantes que llegan al país, a las islas del mar Egeo y desde allí llegan a Atenas.  

Al frente está Cáritas Hellas, con la presidenta Anna Maria Stella Foskolou y la directora Maria Alverti, inicialmente una Cáritas pequeña que ha crecido en los últimos años para responder a los retos de la crisis migratoria de 2015, con llegadas principalmente de Siria, Afganistán e Irak a las islas del Egeo, en particular a la isla de Lesbos. 

Como en tantas partes del Mediterráneo, gran parte del trabajo de esta Cáritas consiste en acoger, acompañar, promover e integrar a los migrantes que llegan al país tras viajes desesperados. Se presta gran atención a la salud mental de los migrantes. Además, ha desarrollado programas de apoyo psicológico para emigrantes probados por viajes agotadores, desarraigados de su país y su cultura. Cáritas Hellas también se ha esforzado por ofrecer espacios de acogida, especialmente a las mujeres, para que puedan experimentar "el hogar" lejos de sus países de origen.

Cáritas Hellas tampoco ha olvidado el aspecto de promover la integración de los inmigrantes ofreciéndoles actividades de formación profesional, proyectos de educación de adultos y cursos de idiomas para facilitar su integración concreta en el tejido social griego. 

 

 

Franciscanos en Rodas

En otra isla del mar Egeo, Rodas, la comunidad de los franciscanos de la Custodia de la Tierra Santa y el Vicariato General de la Archidiócesis de Rodas están comprometidos en la acogida de los miles de refugiados que desembarcan huyendo de la guerra, la pobreza y la violencia.  

Desde hace 18 años, el padre Luke Gregory OFM, fraile franciscano y párroco católico de las islas griegas de Rodas y Kos, lleva a cabo, junto con muchas personas, una pastoral concreta de primera acogida en estas islas griegas.

Con el inicio del conflicto en Oriente Medio, el número de refugiados que desembarcan en las islas griegas ha aumentado enormemente, y el párroco de Rodas y Kos está allí para acogerlos a todos indiscriminadamente y responder a las necesidades de la primera acogida, ofreciendo a los refugiados un primer refrigerio con alimentos, productos de higiene, algunos juguetes para los niños, ropa, pero sobre todo con cercanía, compartiendo la situación de precariedad y penuria que viven tantas mujeres, niños y hombres.  

Incluso con la sola presencia de la solidaridad y palabras de consuelo y una sonrisa, se alivian las heridas de tantos migrantes que huyen de los horrores de la guerra y en la búsqueda de un futuro mejor para ellos y los suyos se enfrentan a menudo a viajes inverosímiles donde el miedo es el compañero. Al desembarcar por fin en tierra firme hay un rostro amigo, una mano tendida, una acogida cristiana gratuita e incondicional.

 

 

09 julio 2024