Obispos y agentes de pastoral de movilidad humana, centros de atención y casas de acogida a migrantes de las fronteras de Bolivia, Chile, Perú y Venezuela se reunieron recientemente en un encuentro virtual para abordar el tema de la realidad migratoria en esa región del mundo.
Se trató de una iniciativa “para reforzar el diálogo y la cooperación entre las iglesias de salida y de acogida, en orden a dar una atención humanitaria y pastoral a los que se han movilizado, apoyándolos en su religiosidad y valorando sus expresiones culturales en todo aquello que se refiera al Evangelio”.
Durante el encuentro -que se realizó el pasado 25 de mayo- intervinieron representantes de Cáritas y de la Red CLAMOR Venezuela (la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugioy Trata de Personas) para informar sobre la realidad pastoral en este país.
En la reunión participó también el coordinador regional del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, P. Flavio Lauria.
“Se percibe que los migrantes de Venezuela emigran en gran número, con esperanza, pero con el corazón anclado en su país. De su exposición se destacan las principales causas de la salida: la búsqueda de un futuro mejor; la situación crítica en que se encuentra el país, con el desabastecimiento de alimentos y medicinas; el temor a la violencia, el deterioro de los servicios públicos básicos”, informaron los organizadores.
Además, se destacaron algunas de las lamentables consecuencias, como las familias fragmentadas, la “fuga de talentos”, numerosos impactos psicológicos y traumas por la migración forzada; la pérdida de la dignidad, la trata de personas y el fenómeno de los caminantes.
Ante eso, la Iglesia responde en diferentes modos, por medio de las Cáritas locales y de la red CLAMOR. Por ejemplo, la presentación del mapeo de las casas y centros de atención en Venezuela, y de las regiones del país donde se destacan los principales servicios brindados a los migrantes, como las casas de paso, etc.
Entre los compromisos, se subrayó que “se deberá siempre tener un discurso unido que reconozca y condene las decisiones políticas que exponen a las personas a una vida y migración vulnerable” así como también es urgente “potenciar las líneas de trabajo en red entre todos los agentes de pastoral para extender las propias vías de comunicación con los migrantes.
Finalmente, se resaltó la importancia de continuar a desarrollar “campañas de información y concientización para combate de todas las formas de trata de personas”.