El sábado 29 de agosto se inauguró un centro para los romaníes en Croacia, donde la mayor minoría étnica de Europa cuenta con más de 35 mil personas, concentradas principalmente en el norte.
El centro fue construido por la Soberana Orden Militar de Malta en la diócesis de Varadzin, donde hay unos 10 mil romaníes. El embajador romaní de SMOM, Franz Salm, que estuvo presente en la inauguración, dijo que los romaníes "se enfrentan a la discriminación todos los días, son incapaces de completar una educación básica y encontrar un trabajo. Con estos programas la Orden de Malta intenta romper este ciclo de segregación y pobreza".
El Cardenal Peter Turkson, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, debía asistir a la inauguración del Centro y la Capilla dedicados a San Juan Bautista, en el mismo pueblo de Petrijanec, como representante del Papa Francisco, debido a la competencia del Dicasterio para el apostolado de la calle, las poblaciones itinerantes, los romaníes y los sinti.
Por ello, el Cardenal envió al obispo de Varadzin, Mons. Rado, el nuevo presidente del Comité para la pastoral de los romaníes de la Conferencia Episcopal Croata, la bendición apostólica en nombre del Papa y un mensaje en el que explicaba que Francisco "espera que el Centro sea un lugar privilegiado en el que la Iglesia pueda acompañar con amor el desarrollo integral de quienes se beneficiarán de las actividades educativas, formativas, espirituales y recreativas" que se organizarán. El Pontífice también espera que el nuevo Centro "represente una oportunidad más para crear fuertes lazos con la comunidad que vive en esta zona".
La inauguración fue precedida por la celebración eucarística presidida por Mons. Vlado Košić, obispo de Sisak, en presencia de colaboradores de toda Croacia; el conde Georg Eltz, de la Orden de Marta; la directora del Centro, Kristina Čačić, secretaria de la pastoral romaní de la Diócesis de Varaždin; la hermana Karolina Miljak, de la Congregación de la Preciosísima Sangre de Jesús, directora nacional de la pastoral romaní de la Iglesia croata, y muchos de los niños que asisten a sus cursos de catecismo.
"Para nosotros, el desarrollo humano integral - dijo la hermana Karolina en una entrevista con el Vaticannews - significa incluir a los gitanos en todos nuestros proyectos, en nuestra vida comunitaria, porque ellos realmente necesitan todo. Los niños, por ejemplo, sólo juegan todo el día. Trataremos de mejorar la calidad de su vida cotidiana". Por eso, dijo, el centro es muy importante para Petrijanec y para toda Croacia, porque aquí hay 545 niños de la primera a la cuarta clase y sabemos que si queremos que algo cambie, tenemos que empezar con los niños. A medida que crecen podemos ofrecerles muchos valores que son importantes para la vida".