Infancia y COVID-19

La preocupación de la Iglesia por las víctimas más vulnerables de la pandemia

La Academia Pontificia para la Vida (PAV), el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y la Comisión Vaticana COVID-19 presentan dos artículos sobre el tema

Se encuentran entre las víctimas más vulnerables de la pandemia y pagan un precio muy alto, a menudo no reconocido, hasta el punto de que se habla de una "pandemia paralela". Los niños sufren las consecuencias psicosociales del cambio impuesto en sus vidas por la pandemia de COVID-19. Un verdadero trastorno a veces para los niños que han quedado huérfanos de sus padres o que han caído en la extrema pobreza con sus familias. No pocas veces, al no poder asistir a la escuela y obligados por la necesidad de mantener a sus familias, se ven también obligados a trabajar en condiciones de explotación y violencia.

Para iluminar el sufrimiento de los niños víctimas de la pandemia, la Pontificia Academia para la Vida (PAV) y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, junto a la Comisión vaticana COVID-19, han presentado hoy, en la sede de la PAV, dos documentos que expresan sobre todo la atención de la Iglesia a "sus hijos más pequeños". Estuvieron presentes el presidente de laPontificia Academia para la Vida (PAV), monseñor Vincenzo Paglia, la secretaria ad interim del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, Sor Alessandra Smerilli y e lDr. Alberto Villani, Director de la Unidad Operativa Compleja de Pediatría General y Enfermedades Infecciosas del Hospital Pediátrico Bambino Gesù de Roma y Académico de la Pontificia Academia para la Vida (PAV).

El artículo ofrecido por el PAV, en colaboración con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, se centra en el reto educativo que plantea el COVID e identifica algunas prioridades, como asegurar la apertura de las escuelas, preservar las relaciones familiares y transmitir la fe en el Dios de la vida . Por su parte, el documento de la Comisión vaticana COVID-19 destaca que la pandemia ha empeorado las condiciones de vida de millones de niños, sobre todo en los contextos más desfavorecidos socioeconómicamente, con 150 millones de niños sumidos en la pobreza y con un aumento significativo del trabajo y la esclavitud infantil, la violencia doméstica, la inseguridad alimentaria y el retraso educativo.

En este contexto de profundo desamparo, se pone de relieve el papel maternal de la Iglesia, que se convierte en un "lugar" de protección, cuidado y promoción de la vida y el desarrollo sano y equilibrado de los niños, trabajando para garantizar, en primer lugar, un entorno de vida "familiar", y luego oportunidades de educación y socialización, atención sanitaria básica y protección contra toda forma de violencia, intervenciones dirigidas a resolver los conflictos entre padres e hijos y a ayudarles a superar el aislamiento para desarrollar las relaciones entre iguales.

Durante la presentación, se emitieron dos vídeos cortos con reflexiones de Philip Goldman, fundador y presidente de Maestral International, consultor de la Comisión Vaticana COVID-19, y de la profesora Milena Santerini, de la Universidad Católica de Milán, consultora de la PAV.

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Infancia y COVID-19. La preocupación de la Iglesia

Infancia y COVID-19. La preocupación de la Iglesia

22 diciembre 2021